A raíz de algunas noticias publicadas recientemente en
prensa acerca de dispositivos subretinianos para restablecer la visión, recogemos
el resumen de dos de estos artículos. Hay que resaltar que estos implantes sólo
son útiles para ciertos tipos de patologías como son la retinosis pigmentaria,
la enfermedad de Stargardt y la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).
Restablecer la visión es uno de
los retos para los dispositivos protésicos, estos actúan mediante la
estimulación eléctrica de las neuronas retinianas. A día de hoy, su uso se
restringe a aquellas enfermedades en las que se afecte el epitelio pigmentario
de la retina y los fotorreceptores pero se conserven las capas internas de la
retina (las encargadas de transmitir el impulso eléctrico de la información
visual que llega a través de los ojos al cerebro). Estas enfermedades son principalmente la retinosis pigmentaria, la enfermedad de
Stargardt y la Degeneración Macular Asociada a la Edad.
En el
estudio “Interfaz de polímero optoelectrónico restaura la sensibilidad a la luz
en retinas ciegas de ratas” (Diego Ghezzi, Maria Rosa Antognazza, Rita
Maccarone) se probó el uso de una película compuesta por un solo polímero
orgánico (P3HT) para provocar la respuesta neuronal frente a iluminación. Esta
película resultó además capaz de restaurar la sensibilidad a la luz en retinas
explantadas de ratas a las cuales se les había provocado una degeneración de
los fotorreceptores. Los resultados obtenidos indican que la película compuesta
por el polímero es capaz de sustituir a los fotorreceptores en el proceso de
activación de la capa interna de la retina, (la que permitirá transportar la
información eléctrica de la retina hasta el cerebro), así como de recuperar la
sensibilidad a la luz.
Aunque el rango de luminancias
del polímero aún no es comparable con el amplio rango de luminancias que poseen
los fotorreceptores, todos estos resultados abren la posibilidad de desarrollar
una nueva generación de dispositivos protésicos orgánicos para implantes
subretinianos con sensibilidad a las irradiaciones compatibles con los niveles
normales de iluminación.
En el estudio posterior, “Caracterización
de una prótesis orgánica basada en polímeros
para la implantación en el espacio subretiniano de ratas” se diseñó una
prótesis retiniana orgánica hecha con capas de polímeros conjugados en un
substrato de fibroína de seda y se implantó en el espacio subretiniano de
ratas. Los resultados indican la buena estabilidad de los implantes retianianos
en el tiempo que duró el experimento (5 meses), que no pierden sus propiedades
de capa polimérica y de contacto estrecho con la capa externa de la retina.
Sólo se observó un discreto aumento de la respuesta inmuno-inflamatoria tras la
cirugía que fue disminuyendo hasta alcanzar niveles normales a los 5 meses tras
la implantación. En conclusión los resultados demuestran que el dispositivo
implantado en ojos no distróficos es bien tolerado, altamente biocompatible y parecería adecuado como prótesis retiniana en caso de degeneración
de fotorreceptores.
1.
A polymer
optoelectronic interface restores light sensitivity in blind rat retinas (Nat Photonics. 2013 May ;
7(5): 400–406. doi:10.1038/nphoton.2013.34)
2. Characterization
of a Polymer-Based, Fully Organic Prosthesis for Implantation into the
Subretinal Space of the Rat (2016)