¡Inauguramos blog! Este espacio pretende ser un lugar de divulgación de los últimos avances en investigación en aniridia con evidencia científica contrastada.
Para comenzar os dejamos con un resumen de los artículos:
- Uso de células madre epiteliales limbares cultivadas para la reparación del epitelio corneal (Ramírez BE, Sánchez A, Herreras JM, y cols.)
- Uso de células madre mesenquimales para la reparación del epitelio limbar en el Síndrome de Insuficiencia Limbar (Margarita Calonge, José M. Herreras, Inmaculada Pérez, y
cols.)
que permitirán conocer mejor el estado del uso de células madre como tratamiento para el Síndrome de Insuficiencia Limbar. Esperamos que os guste.
USO DE CÉLULAS
MADRE PARA REPARACIÓN DEL EPITELIO CORNEAL
Las células madre del epitelio corneal se encuentran en el llamado limbo
esclero-corneal, región que, a modo de circunferencia, rodea toda la córnea.
Las células madre que residen en el limbo son responsables de la renovación constante de las
células epiteliales corneales que se realiza normalmente, así como de la
cicatrización del epitelio si hay un daño o lesión corneal.
La disminución o disfunción de las células madre epiteliales limbares
residentes en el nicho limbar puede dar lugar a una falta de renovación de las
células corneales envejecidas o dañadas, situación que se conoce como Síndrome de Insuficiencia Limbar (SIL). Cuando se produce este
síndrome, la córnea ha de renovarse y cicatrizar sus potenciales lesiones con
el tejido más próximo al limbo fracasado, la conjuntiva. Por ello la córnea
empieza a ser invadida por tejido conjuntival, lo que se denomina
“conjuntivalización o pannus” y provoca dolor, fotofobia, disminución de la visión
y en ocasiones ceguera corneal (ya que esta invasión supone una opacificación
de la córnea).
El tratamiento que se viene utilizando hasta ahora consiste en trasplantes
bien de todo el tejido limbar o bien de pequeños fragmentos de dicho tejido que
pueden provenir del ojo sano del paciente que se somete a la intervención (en
aquellas personas que sólo tienen un ojo dañado y se denomina “autólogo”), o
bien de un donante cadáver (en aquellas personas que tienen afectados los dos
ojos, se denomina “alogénico”). Una alternativa a este trasplante consiste en
el uso de terapia celular, en la que células madre y otras células residentes
en los nichos del limbo corneal son implantadas en el ojo dañado tras haberse
sometido a un cultivo o expansión in
vitro.
Entre las células madre que se han investigado o que se están probando
actualmente en ensayos clínicos están las siguientes:
- Células madre epiteliales limbares cultivadas (CLET)
- Células madre
mesenquimales (ya se ha completado un ensayo clínico en España, en el Instituto
de OftalmoBiología Aplicada de Valladolid (IOBA)).
- Células conjuntivales autólogas cultivadas ex vivo en
membrana amniótica.
- Células epiteliales de mucosa oral (hay ensayos clínicos
en marcha)
En el IOBA se han realizado dos estudios en los que se determinó la
eficacia del CLET y de las células madre mesenquimales.
En el primero (Ramírez BE,
Sánchez A, Herreras JM, et al. Stem cell
therapy for corneal epithelium regeneration following good manufacturing and
clinical procedures. Biomed Res Int 2015), se pretendía
probar la eficacia y seguridad del uso de CLET para el tratamiento del SIL. En
él se intervinieron 20 ojos (de los cuales 2 pertenecían a pacientes con
aniridia congénita). No se observaron episodios de rechazo al trasplante en
ningún paciente. En los trasplantes provenientes de cadáver se empleó terapia
de inmunosupresión. El porcentaje de éxitos en general fue del 80% tras el
primer y segundo año y del 75% al tercer año tras la intervención. Los resultados
fueron similares en los trasplantes autólogos y alogénicos.
Se observó una mejora en la
hiperemia, los defectos corneales y la queratitis punteada superficial así como
una disminución de la opacidad del la córnea central y de la neovascularización
corneal. Todo esto se traduce en una mejora de los síntomas y de la calidad de
vida en un 75% de los sujetos sometidos a la intervención a los tres años. Estos
resultados apoyan los obtenidos en otros estudios, confirmando que el uso de
CLET resulta exitoso en el tratamiento de SIL, aunque en algunos pacientes esta
intervención resulta insuficiente.
El segundo (Calonge M, Hereras JM, Perez I y cols. Mesenchymal Stem Cells Restore Corneal Epithelial Stem Cell Failure: a
Randomized Double-Masked, Controlled Clinical Trial.) constituye un ensayo
clínico que ya ha concluido y cuyos resultados se encuentran ya en poder de la
Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y en fase de
publicación. En él se compararon pacientes afectos de SIL trasplantados con
CLET alogénico (células madre epiteliales limbares cultivadas de cadáver)
frente a casos trasplantados con células madre mesenquimales de médula ósea
(MSCT) procedentes de donantes vivos (alogénicas). Las nuevas células
mesenquimales ensayadas fueron bien toleradas y resultaron igual de eficaces
que las limbares. Aunque la tasa de éxito fue algo mayor para los MSCT (85% al
año) que para los CLET (77% al año), las diferencias no fueron significativas.
Se puede concluir, por lo tanto, que las células mesenquimales pueden usarse de
manera segura y eficaz, presentando las ventajas sobre las limbares de su más
fácil obtención (no precisan un ojo donante ni listas de espera), el hecho de
que no necesitan inmunosupresión porque no se rechazan aunque sean de otro
individuo y, además, tienen interesantes propiedades inmunomoduladoras. En este
trabajo, se incluyó a una paciente afecta de aniridia congénita, que fue
catalogada al final del seguimiento como éxito y que había recibido células
mesenquimales de médula ósea.